"NOMBREMOS A LOS BOMBEROS COMO JUECES EN LOS TRIBUNALES".
Leímos en la prensa que un alto funcionario público rechazó que el "Código Procesal Penal tenga fallas ("hoyos") que favorezcan al delincuente". Este argumento de falla en el nuevo código se sigue enarbolando constantemente por cierto sectores muy interesados para fines inconfesables. Realmente existe una crisis para aplicar el debido proceso legal a todos los que violentan las leyes en este país. Eso es un mal ancestral, y por ello es bueno hacer un poco de historia para ubicarnos en el contexto correcto de este asunto.
La modificación del antiguo Código Civil se debió a que los jueces tenían un gran poder para aplicar su propia convicción personal ("poder discrecional") al juzgar los hechos del acusado. Se alegaba que este procedimiento se prestaba a mucha contaminación en el juicio del procesado y que muchos delincuentes salían absueltos. ¿Por qué salían absueltos? Sabemos que al depender un implicado de la decisión de un solo hombre, esto es en un juez de carne y hueso, entonces al delincuente se le facilitaba comprar la buena voluntad de un juez por soborno, por amenazas, por intimidación, por tráfico de influencia o por pago de viaje de vacaciones.
Como remedio a este mal endémico, se elaboro un nuevo Código Procesal Penal para quitarle esa potestad, casi monárquica, de los jueces para distribuirla de manera balanceada entre los investigadores policiales, los fiscales y con los jueces de todas la instancias. (Perdone si no uso términos legales pues no soy abogado). Hoy día, la acusación y sentencia se centra en las pruebas bien sustentadas del delito contra el acusado.
Ahora coloquémonos en el contexto de la noticia actual. Se alega que el nuevo Código Procesal Penal no es efectivo porque todavía muchos delincuentes salen a las calles mediante un descargo con sustentos muy cuestionables. La rápida conclusión es que el Código Procesal Penal tiene "hoyos". ¿Donde está la falla o el problema? Antes de contestar esta pregunta, voy a comenzar con mi solución: "Debemos nombrar a los bomberos como jueces en los tribunales del país".
Permítame explicar esta respuesta al problema planteado: Ocurre que los bomberos reconocen que llevan a cabo un trabajo de mucho riesgo, lo cual incluye perder la vida al enfrentar un incendio. Estos bomberos no temen enfrentar este peligro porque desean cumplir su deber salvando vidas y protegiendo propiedades. Sin embargo, vemos que muchos jueces del poder judicial se cobijan en cualquier defecto, pretexto o deficiencia en las pruebas del delito para no dictar sentencia contra un imputado que todos reconocen merecedor del castigo de la ley. (Recientemente leí que un juez canceló la audiencia so pretexto que iba a una actividad social).
Alguien puede alegar que el juez no puede salirse de las pruebas bien sustentadas que le presenten. Pero recuérdese que el espíritu de las leyes no es abolir la discrecionalidad del juez al dictar su sentencia, sino proveerle los instrumentos o pruebas más convincentes para sustentar su decisión. Mi sencilla opinión es que los jueces, asumiendo que son íntegros, deben siempre observar el espíritu de las leyes, y tomar en cuenta la acción mafiosa del delincuente, y antecedentes. Recordemos que aún sus defensores tratan contaminar las pruebas del delito en cualquier etapa de la sumaria, comenzando desde la policía hasta la fiscalía, y esto debe provocar que los jueces estén muy alerta para que no se impida que se dicte sentencia basada en hechos contundente que reclaman justicia, y con ello se evita que los victimarios se burlen de sus víctimas en los pasillos y éstas se desalienten a continuar el debido proceso. Debemos acabar con la impunidad para que nuestra nación no caiga en un caos y le siga un régimen de fuerza.
¿Dónde está la raíz del problema lo cual provoca que cunda la impunidad? Muchos jueces actuales, al igual que los jueces de antaño, reciben las mismas presiones de sobornos, intimidaciones, amenazas, etc, y lamentablemente ellos no quieren enfrentar con integridad y valentía, hasta con la muerte, esos retos como lo hacen los mal pagados bomberos del país. Por ello, siempre he dicho que mientras no veamos jueces asesinados por causa de su integridad, como ocurre en Colombia, USA y otros países, no tendremos una sana justicia. Necesitamos jueces, fiscales, funcionarios, líderes, etc, íntegros y valientes que estén dispuestos a ofrendar hasta sus vidas a favor de una sana justicia en esta nación.
Además, el desinterés de la mayoría de la población a favor de una justicia incorruptible, o la indiferencia en la eliminación del cáncer de la Impunidad, es la mayor retranca al desarrollo sano y auto sostenido de nuestro país. Esta crisis afecta al turismo, las inversiones públicas y extranjeras, mina la confianza de los emprendedores, diluye el celo (resaltado) de las autoridades y funcionarios honestos, y otros efectos negativos más. Recordemos que la Palabra de Dios nos dice que "La justicia engrandece a los pueblos" (Prov14: 34), y que "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia porque ellos serán saciados" (Mateo 5: 6). ¿Reconoce ahora la razón para decir que debemos nombrar los bomberos como jueces en los tribunales?
Carlos Gómez
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